Para presentarme a coninuación les enlisto diez particularidades, o bien generalidades de mí misma desde mi misma misma que la misma misma misma…
- Mi mayor habilidad: la interrupción inmediata de la realidad. El arte, el sueño y mis incontables desmayos tienen la agradable facultad de eliminar terribles desencantos.
Agrego que tal vez esto sólo se trate de una intolerancia primitiva y en cambio no de algún tipo de habilidad.
Creo que hay algo más de cierto, más de encanto, en el arte que en el mundo.
- Prefiero a Malu que a Marilú.
- Conocí el agradable sinsabor del aguacate hace apenas unos años.
- Como Rimbaud, también creo que el amor debe ser reinventado.
- El mar y la oscuridad lo mismo, para tal caso el sueño. Dos gravísimas situaciones de riesgo. Duermo con luz de noche.
- Mi teléfono siempre en silencio. Pero juro contestar cuando mi mirada coincida en la pantalla con la entrada de tu llamada.
- A pesar de ser mujer, tengo algo de machismo, quizá por eso desde niña viva rodeada de maricas.
- Sigo sin encontrarle el gusto al alcohol, aunque busco olvidar, algo que mi condenada memoria estricta aún no me permite.
- Los libros como los amores, en desorden, a fragmentos, apilados, en espera. Los libros y los amores con repeticiones y remembranzas, jamás lejos de la cama, y siempre cerca de mí.
- De una intuición canina, casi bruja, de llorar mis pérdidas semanas antes de perderlas.
Y aunque todo esto sea cuento o engaño, invariablemente digo la verdad desde las mentiras de mi ficción. 🙂